Los geólogos que trabajan con el gobierno del Reino Unido afirmaron que han descubierto casi 40 billones de metros cúbicos de gas de esquisto en el subsuelo de una parte de Inglaterra. El anuncio despejó el camino para un programa de fracking a gran escala, provocando la furia de los activistas ambientales. Gran Bretaña, como otros países europeos, está preocupada por la seguridad energética en el futuro y dice que la extracción de gas de esquisto es crucial.
El gabinete ministerial tomó la decisión sobre la base de un informe de la Autoridad del Petróleo y Gas (OGA) «que constató que actualmente no es posible predecir con precisión la probabilidad o magnitud de los terremotos relacionados con las operaciones de ‘fracking», según un comunicado del departamento de Energía británico. Tomado del noticiero ‘EFE’.
Ver nuestro artículo sobre este tema publicado el 5. marzo 2018.
Ya varias organizaciones en el Reino Unido y otros países se manifiestan en contra de la extracción por medio del fracking.
El los Estados Unidos este método ha provocado ya perturbaciones en el agua potable.
La contaminación del aire y la contaminación del agua debido a los productos químicos tóxicos utilizados en la fracturación hidráulica del subsuelo son los principales problemas, mientras que la necesidad de la eliminación de aguas residuales y la reducción de los suministros de agua son cuestiones urgentes directamente relacionadas con este método.